viernes, 31 de agosto de 2012

La noche en que todo cambió

Verizon Center, Washington D.C. El Miércoles 4 de Abril de 2007 ocurría lo siguiente. El por esa época base estrella y jugador franquicia de los Washington Wizards, Gilbert Arenas, caía lesionado en su rodilla izquierda. El diagnóstico: rotura del menisco lateral. Se perdería así los Play-Offs de esa temporada 2006-2007, pues se le estimaba un período de baja de unos 3 meses una vez pasara por el quirófano. Hasta ese momento nos había dejado durante la campaña numerosos “buzzer beaters” y exhibiciones como los 60 puntos anotados en el Staples contra los Lakers el 17 de Diciembre de 2006 (donde estableció un récord de puntos anotados en una prórroga con 16) o los 54 contra Phoenix cinco días después. 


Finalizaba de esta forma para él la 2006-07, en la que promedió unos nada desdeñables 28.4 puntos, 6 asistencias, 4.6 rebotes y 1.9 robos en 74 partidos. Aunque la postemporada estuviera perdida para los Wizards (Caron Butler estaba también lesionado), cabía esperar que al año siguiente volvieran a dar guerra en el Este gracias a su trío estrella: Gilbert Arenas - Caron Butler - Antawn Jamison. 

El curso 2007-08 comenzaba relativamente bien. A pesar del 3-5 inicial para los capitalinos (las 5 derrotas en los 5 primeros partidos) el “Agent Zero” estaba promediando 22.4 puntos, 5.9 asistencias, 4.4 rebotes y 2.1 robos en 39.5 minutos de juego. Salvo por su bajo porcentaje en tiros de campo (sólo un 39%), todo hacía indicar que el jugador franquicia de los de Washington había vuelto al 100%.

Sin embargo, en esas casi tres semanas de competición tuvo molestias en la rodilla operada, además de que hubo que sacarle líquido de la misma en dos ocasiones. Y tras el partido contra los Wolves del 16 de Noviembre todo se volvió a torcer: comenzó a sentir dolor de nuevo en su rodilla izquierda, y una resonancia magnética cinco días después revelaba una rotura parcial del menisco medial, causada probablemente por cargar en exceso la articulación tras volver a la actividad. Ese mismo día pasaba por segunda vez por el quirófano. Otra vez el menisco le iba a hacer perderse, en principio, tres meses de Regular Season.

El 2 de Abril, mes y medio después de lo esperado, volvía a las pistas para tratar de llegar con algo de rodaje a los Play-Offs. 5 partidos disputados, todos ellos saliendo desde el banquillo. 21.7 minutos de media y 14.6 puntos, 3.8 asistencias y 3.2 rebotes. Y en Play-Offs los números fueron incluso peores: 10.8 puntos, 2.8 asistencias y 1.8 rebotes en 23.5 minutos, de nuevo como reserva, en 4 partidos de la serie contra los Cavs. Antes de celebrarse el quinto encuentro Arenas anunciaba que se perdía el resto de los PO a causa, como era de esperar, de su rodilla izquierda, la cual seguía sin responder como debía tras la operación de mediados de Noviembre. Washington acabaría siendo eliminado (4-2) en primera ronda por tercer año consecutivo, siempre contra el mismo equipo: Cleveland Cavaliers.

En Junio, y a pesar de una temporada casi en blanco, Arenas decidía salirse del sexto año de su contrato para así intentar firmar otro por el máximo. Un mes después renovaba con los Wizards por 6 años y un montante total de $111 millones. Dicha suma se acercaba bastante al máximo al que podía aspirar, que era de $127 millones. Y, en lo económico, la jugada no le pudo salir mejor.

El 17 de Septiembre de 2008 volvía a pasar por el quirófano. En esta tercera ocasión se le retiraron detritus celulares, causantes de las continuas molestias que llevaba arrastrando en su maltrecha rodilla. Se esperaba entonces que únicamente se perdiera el primer mes de competición. Pero no fue así.

En esa 2008-2009 acabó disputando únicamente dos encuentros. El 28 de Marzo contra Detroit y el 2 de Abril contra Cleveland. De debutar en esa temporada en Diciembre a hacerlo a finales de Marzo. Algo no iba bien, y ya empezaban a aparecer dudas sobre si “Hibachi” podría volver a ser aquel All-Star que siempre estaba en la lista de máximos anotadores de la Liga las campañas previas a su primera lesión.

El curso no sólo fue catastrófico para Arenas, sino para toda la franquicia. El bagaje final del mismo fue un pírrico 19-63, con la destitución de Eddie Jordan, quien había sido el técnico jefe desde que el ex de Arizona llegó a Washington, tras un pobre comienzo de 1-10. Además, ésa sería la última ocasión en la que el trío Arenas-Butler-Jamison acababa una temporada en los Wizards. Todo hacía presagiar que un ciclo se estaba acabando en la franquicia de la capital americana.

Se llegaba de esta guisa a la 2009-10. La tendencia iniciada el año anterior no se revirtió ni tras contratación del ex de los Wolves, Flip Saunders, como entrenador. Y eso a pesar de que el “Agent Zero” parecía haber dejado atrás todos sus problemas físicos, pues hasta el 5 de Enero de 2010 jugó los 32 partidos disputados por los capitalinos. Además, sus promedios de 22.6 puntos, 4.2 rebotes, 1.2 robos y 7.2 asistencias lo certificaban, incluyendo un triple doble contra Indiana el 12 de Diciembre y una soberbia actuación contra los Warriors 6 días después (45 puntos y 13 asistencias). Pero a partir del 6 de Enero Gilbert Arenas decía adiós a la temporada. Esta vez, sin embargo, no fue por culpa de las lesiones, sino por algo ocurrido el 21 de Diciembre. Ese día tuvo lugar el ya tristemente famoso incidente de las pistolas en el vestuario del Verizon Center. Tras una discusión con su por entonces compañero de equipo Javaris Crittenton, y después de que éste le amenazara con dispararle en su operada rodilla izquierda, Arenas supuestamente respondió dejando cuatro pistolas (descargadas) enfrente de la taquilla de Crittenton con una nota instándole a “elegir una”. De esta manera violaba tanto las normas de la NBA (referentes a introducir armas dentro de una pista) como las leyes del propio Washington D.C.

Ese 6 de Enero no pudo ya vestirse de corto contra los Cavaliers, pues iniciaba la suspensión por tiempo indefinido que la NBA le había impuesto. El 27 de Enero, tres semanas más tarde, la Liga anunciaba que la sanción alcanzaría hasta el final de ese curso 2009-10. Un total de 50 partidos se acabó perdiendo, ya que el récord de 26-56 lógicamente dejaba a los de Washington fuera de puestos de PO. En lo estrictamente legal, Arenas declarado culpable el 15 de Enero de los cargos de posesión de armas sin tener la respectiva licencia (declaración en base a la cual la NBA impuso su sanción definitiva). El 26 de Marzo de 2010 era condenado a 400 horas de trabajos para la comunidad, pagar una multa de $5000 y pasar 30 días en un centro de reinserción.

Además, en Febrero de ese año tuvo lugar la confirmación del cambio de rumbo que iba a tomar la franquicia: el día 13 Caron Butler, junto a Brendan Haywood y DeShawn Stevenson, era enviado a Dallas a cambio de Drew Gooden, Josh Howard, Quinton Ross y James Singleton, y cuatro días más tarde Antawn Jamison acabó con sus huesos en Cleveland tras un traspaso a 3 bandas con seis jugadores y rondas de Draft implicadas.



Tras un verano en el que no se sabía qué acabaría ocurriendo con él, Arenas comenzó la 2010-11 en esos “nuevos” Wizards. Por primera vez desde que aterrizara en la NBA no vestiría además su famoso dorsal con el nº0, dorsal que eligió para callar a todos aquéllos que predijeron que jugaría 0 minutos en su primer año en la Universidad de Arizona. Éste fue cambiado por el 9, argumentando para ello que quería “dejar detrás de él” el triste incidente de la campaña anterior. A pesar de llegar al comienzo de la temporada con los capitalinos, y tras un inicio de competición un tanto irregular (17.3 puntos, 5.6 asistencias, 3.3 rebotes y 1.4 robos en 34.6 minutos de media a lo largo de los 21 partidos que disputó, 14 como titular), acabó siendo traspasado a Orlando a cambio de Rashard Lewis el 18 de Diciembre de 2010.

En Orlando decidió cambiar nuevamente su dorsal, vistiendo el 1 en honor a Anfernee Hardaway. Allí disputó 49 partidos de Temporada Regular y 5 de Play-Offs, con sólo un par de apariciones como titular. Sus estadísticas cayeron en picado: 21.8 minutos de promedio y 8 puntos, 3.2 asistencias y 2.4 rebotes con un bajísimo 34.4% de acierto en tiros durante la Regular Season; 16.2 minutos, 8.6 puntos, 2.8 rebotes y 2.4 asistencias en la postemporada.


Después del Lockout, y toda vez que el nuevo Convenio Colectivo incluía una “cláusula de amnistía” mediante la cual una franquicia podía, una vez por temporada, despedir a un jugador de su plantilla y que dicho gasto no figurara en los libros de cuentas de ese ejercicio, Arenas se postulaba como un firme candidato a ser despedido, pues le restaban 3 años de contrato y $62.423.760 por cobrar. De hecho, mucha gente comenzó a llamar a esa nueva previsión de amnistía “Cláusula Arenas”. Y si el día 8 de Diciembre se ponía oficialmente fin al Lockout, un día después Orlando ejecutaba la amnistía sobre Gilbert Arenas, siendo así el primer jugador de la Liga que era cortado de esa forma. Parecía, en efecto, que esa previsión estaba hecha a medida para él.

Nadie pujó por él, como era de esperar, durante las 72 horas después de ser despedido, con lo que pasó a ser Agente Libre sin restricciones. Tras varios meses sin equipo, en los cuales seguía entrenando por su cuenta para tratar de volver a la competición al 100% en caso de que le llegara alguna oferta, recibió una de Memphis. Los Grizzlies lo firmaron oficialmente el 20 de Marzo de 2012. Muchos creyeron que la incorporación de la otrora estrella de la Liga podría afectar a la excelente química y nivel de juego del equipo de Tennessee, pero lo cierto es que Arenas comenzó de una forma más que meritoria su periplo por la ciudad de Elvis. Saliendo siempre desde el banco, tuvo un par de buenas actuaciones como revulsivo en partidos back-to-back contra Miami y Dallas el 6 y 7 de Abril, donde en menos de 15 minutos de media promedió 13 puntos con un 70% de acierto desde la línea de tres. Parecía que el “Agent Zero” había vuelto y había callado a todos aquéllos que habían criticado su fichaje por el equipo de Lionel Hollins.



Pero poco después de estos partidos, concretamente el día 19 de ese mismo mes, se le diagnosticó la rotura de un ligamento de uno de los dedos de su mano derecha, la cual le impidió continuar con su buena racha de actuaciones y, en definitiva, mantener una cierta regularidad. En Play-Offs apenas pudo ayudar al equipo (su forma de jugar le hubiera venido más que bien a Memphis en su serie contra Clippers) y, tras caer eliminados por 4-3, de nuevo su futuro era una incógnita. 

A 16 de Agosto es Agente Libre y por triste que parezca entre su historial de lesiones y su más que extraña personalidad (unida al incidente acaecido 3 años atrás) parece extraño que Gilbert Arenas vuelva a recibir, a sus 30 años, otra oferta de un equipo NBA. Esperemos que alguien acabe confiando en él, pues sería una pena que acabara así la carrera de uno de los mejores bases anotadores que ha visto la NBA en los últimos años.


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