viernes, 22 de junio de 2012

Gracias, Sr. Comisionado

Ésa es la frase que probablemente todavía estarán repitiendo muchos de los aficionados a la NBA del estado de Louisiana. Y, viendo todo lo sucedido en estos últimos meses, se podría afirmar que razones no le faltan.

Tras el levantamiento del Lockout, el pasado 9 de Diciembre comenzaba el período de contratación y traspaso de jugadores. En Nueva Orleans se intuía que este año no iba a ser como los anteriores y que, de una forma u otra, el equipo iba a cambiar drásticamente. Se sabía que David West y Chris Paul, las dos piezas clave de los Hornets durante las últimas 6 temporadas, querían abandonar la nave, a pesar de que el equipo había entrado la temporada pasada en Play-Offs y había hecho sudar más de la cuenta a los por entonces vigentes campeones, Los Ángeles Lakers, en primera ronda.

Sabida cuenta que el sacar algo a cambio de West era prácticamente imposible dada su condición de agente libre sin restricciones, su General Manager, Dell Demps, se puso manos a la obra para tratar de sacar tajada por Chris Paul. Y el resultado fue el siguiente: en un traspaso a 3 bandas entre Lakers, Hornets y Rockets, Chris Paul aterrizaría en LA, Pau Gasol haría lo propio en Houston y en Nueva Orleans recalarían Lamar Odom, Luís Scola, Kevin Martin y Goran Dragic. Casi un quinteto completo a cambio de su base estrella. Sin embargo, en el último momento y ante las protestas de no pocos propietarios de otras franquicias, David Stern echó para atrás la operación, valiéndose de que la franquicia de Louisiana era propiedad de la misma NBA. Probablemente para la historia quede este fragmento de la carta que Dan Gilbert, dueño de los Cleveland Cavaliers, escribió a Stern tras conocer la noticia del traspaso de Paul: “Sería una farsa permitir que los Lakers consiguiesen a Chris Paul en una operación que aparentemente se está realizando. Esta operación debería ser sometida a votación por los 29 propietarios de los Hornets. No veo cómo podemos permitir que esta operación ocurra. ¿Cuándo cambiaremos el nombre de 25 de los 30 equipos por el de Washington Generals?”. Esos “Washington Generals” a los que hacía mención Gilbert son el equipo que siempre juega (y, por supuesto, pierde) contra los archiconocidos Harlem Globetrotters.


Cinco días después llegaba otra oferta de Clippers: Al-Farouq Aminu, el expiring de Chris Kaman y, lo más importante, Eric Gordon y una primera ronda de 2012 (originalmente propiedad de Minnesota, adquirida en Agosto de 2005 en el traspaso de Marko Jaric y Sam Cassell). Los “vecinos pobres” de LA, que en un principio eran reacios a incluir en el paquete a Gordon y su primera ronda de Draft, finalmente accedían. Y no sólo ellos, sino que también Stern daba el visto bueno a la operación. Ese mismo día David West firmaba con Indiana un contrato por 2 años y $20 millones. Los Hornets comenzaban, deportivamente hablando, una nueva etapa.


Tras realizar varios traspasos menores durante el curso, destacando la adquisición de un Greivis Vásquez que venía de hacer un gran papel la temporada anterior como suplente de Mike Conley en Memphis, y tras vestir a la friolera de 22 jugadores a lo largo de los cuatro meses de competición, los Hornets cerraban la 2011-12 con un balance de 21-45, el peor de la Conferencia Oeste. Pero la mejor noticia para ellos era que, una semana antes de que la Temporada Regular finalizara, la NBA llegaba a un principio de acuerdo para la venta de la franquicia al multimillonario Tom Benson por $338 millones (compra que fue finalmente aprobada el 14 de Junio). NOLA iba a poder así operar libremente para cuando se realizase la ceremonia del Draft, fecha especialmente importante para ellos ya que dispondrán de las elecciones nº1 (tras ser los agraciados de un “sorteo” que no levantó precisamente pocas polémicas) y nº10.

Sin embargo, la primera operación de peso realizada por estos, ya sí, New Orleans Hornets de Tom Benson ha sido el traspaso de Emeka Okafor y Trevor Ariza a Washington a cambio de Rashard Lewis y una segunda ronda de 2012. De un plumazo se quitan los 2 años y $28 millones que le quedan por cobrar a Okafor y los también 2 años y $15 millones (se da por hecho que el jugador ejecutará su claúsula para la 2013-14) de Ariza, y a cambio reciben el último año del megacontrato de Rashard Lewis, $23.790.000 para esta 2012-13, sin posibilidad de amnistiarlo. Pero he aquí que el contrato que el "ex" de los Sonics firmó en su día con Orlando (la friolera de $118.2 millones por 6 años) tiene la posibilidad de que en este, su último año, sea cortado antes del 1 de Julio a cambio de sólo $13 millones. Obviamente, los Hornets ejecutarán esa “claúsula” para así ahorrarse casi $11 millones del tope salarial para esta próxima 2012-13.

De esa forma, los de Louisiana únicamente tendrán comprometidos $27.54 millones de los, en principio, $58 millones (como mínimo) que dispondrán los equipos para maniobrar de cara a la próxima temporada. Aunque sólo vayan a tener en plantilla, y dando por hecho ya el despido de Lewis, a 7 jugadores (asumiendo también que ejercitarán la opción sobre el mexicano Ayón), lo cierto es que el margen de maniobra del que va a disponer NOLA en este curso es enorme. Con la más que previsible llegada de Anthony Davis, y la cada día más cercana renovación de Eric Gordon, contarán con dos jugadores franquicia en torno a los cuales tratar de configurar un equipo ganador. Y eso sin contar con su elección nº10 ni con la Agencia Libre.


Así pues, en apenas seis meses en Nueva Orleans han pasado de ser un equipo sin dueño y sin aspiración alguna en la Liga (con la incertidumbre además de si su única verdadera estrella renovaría) a contar con un enorme margen salarial de cara al verano de 2012, los picks 1 y 10 de este Draft y tener casi atado a Eric Gordon.

Nada mal le ha salido la operación a Stern, quien además ha conseguido reportarle a la Liga un beneficio de unos $40 millones con la compra-venta de la franquicia de Louisiana (ya que la Liga la adquirió en Diciembre de 2010 de George Shinn, a la sazón propietario y también fundador de la misma, por unos $300 millones). Pero nada mal, en principio, le ha salido tampoco la inversión a Mr. Benson, que en unas pocas semanas ha visto cómo su equipo ha pasado de ser uno de los “parias” de la Liga a, probablemente, la franquicia con mejor futuro a corto-medio plazo de la NBA. Ah, y otra cosa que casi se me olvida mencionar: el All Star de 2014 se celebrará en NOLA, noticia que curiosamente fue confirmada apenas 3 días después de alcanzar Benson un principio de acuerdo con la Liga para la compra de la franquicia.