lunes, 14 de mayo de 2012

Pasados opuestos, caminos paralelos

Nadar y nadar para luego ahogarse en la orilla. Eso es lo que deben de estar pensando en Memphis y Denver después de haber caído eliminados en primera ronda, toda vez que tras ir 3-1 abajo en sus respectivas series lograron igualarlas a 3 para forzar el séptimo y definitivo encuentro.


El caso de Memphis es el más flagrante, por llamarlo de alguna forma. Tenían el séptimo en casa, lo cual siempre es una ventaja a tener en cuenta, y venían de reponerse de un -8 en Los Ángeles en el último cuarto del sexto partido. Con, a priori, todo a favor, desde el minuto uno se vio que algo no funcionaba. El partido empezó con un 6-5 en los primeros seis minutos, con tiros fallados desde todas las posiciones, lo cual dejaba bien a las claras que el encuentro sería una batalla en el fango. Y claro, para este tipo de labores los Clippers tienen a un par de veteranos que lo bordan, disfrutan y manejan a la perfección el arte de dar estopa y desquiciar al rival: Kenyon Martin y, sobre todo, Reggie Evans. 

Los Grizzlies, que prácticamente habían ido salvando "match-balls" uno tras otro a lo largo de la serie, no pudieron con el último. Bastante fue que consiguieron bajar el +10 de Clippers del segundo cuarto a un más que meritorio +1 al descanso. Incluso entraron al último y definitivo cuarto un punto arriba. Pero cuando mejor pintaba todo, el FedEx se llenó de barro. Y como se diría en estos casos, los "vecinos pobres" de LA, encabezados por Martin y Evans, disfrutaron como gorrinos. El parcial de 5-0 nada más empezar fue fundamental para que los Clippers cimentaran su ventaja. Tras ello, cuesta abajo y sin frenos para los Osos. Un cúmulo de despropósitos que acabó en el 82-72 final: Memphis gone fishin'. El oficio, eso que es fundamental en los Play-Offs y más aún en partidos decisivos, brilló por su ausencia en la ciudad de Elvis. Si a ello le sumas el lamentable partido de prácticamente todo el equipo (a excepción de Marc Gasol, Rudy Gay y un poco de Zach Randolph, aunque este último exclusivamente en labores reboteadoras), el resultado no podía haber sido otro.

Pero el problema no venía de hoy. Yo me remontaría al último cuarto del ya famoso primer partido de la serie. Los Grizzlies, continuando su gran final de temporada, estaban aplastando a los Clippers a poco de terminar el tercer período. 27 arriba para ser más exactos, desplegando además un extraordinario juego de equipo y estando acertadísimos de cara al aro. Sin embargo, el final de ese "partido inaugural" lo sabemos todos: pájara que entrará en la historia de la Liga por parte de los "Ositos" y remontada de los de LA para terminar llevándose el primer "asalto".

A partir de entonces, la secuencia de partidos se puede resumir de la siguiente manera:

  • Se salvó el "match-ball" en el segundo choque (otra derrota más en casa hubiera sido mortal para los intereses de Grizzlies).

  • Se perdieron los dos partidos jugados en el Staples, con finales más que apretados. El primero de ellos tras ir ganando (otra vez) en el último cuarto y dejarse remontar. Casi obran el milagro con dos triples de Rudy Gay en los últimos segundos, pero acabaron cayendo de 1. 

  • Salvaron la eliminación tanto en Memphis ( partido, con la victoria más clara de la serie para cualquiera de los dos equipos) como en LA (el ya comentado partido, casi el único, dicho sea de paso, en el que Gasol y Z-Bo jugaron conjuntamente a un nivel parecido al de la temporada pasada).

Se había jugado con fuego en numerosas ocasiones, pero hasta ahora, y por suerte, no había habido "heridos". Hasta que en el último momento la llama terminó de arder y se acabó quemando hasta la mascota. Justo en el peor momento. Justo cuando se había hecho lo más difícil.

Tras la debacle del Game 1 quedó más que claro también que el juego vistoso y de perfecta armonía desplegado por Grizzlies en los tres primeros cuartos de la eliminatoria no volvería a verse jamás. La remontada, además de dejar patente lo que sería un gran agujero negro para Memphis en los partidos venideros (la dirección de juego en determinadas situaciones), marcó el camino a seguir para los Clippers: revolcarse en el barro, enturbiar los partidos cuanto más mejor como forma de sacar tajada a su menor talento en la pintura. Aprovechar lo que se tiene, que se podría llamar.

Y el resto de detalles por todos son conocidos. Prácticamente nadie de Memphis (Gasol y algunas rachas de Z-Bo) mantuvo el nivel de temporada regular. Al contrario, pues conforme avanzaba la serie muchos iban cada vez a peor. Por si alguno tenía dudas, aquí se puede ver la (odiosa) comparación entre los números de temporada regular y de Play-Offs del "roster" Grizzlie.

Otro detalle curioso para acabar con el comentario de esta serie: Reggie Evans, que está siendo fundamental para LAC en estos Play-Offs, estuvo a punto de ser cortado el pasado mes de Marzo. Lo que hubiera cambiado todo de haberse consumado ese despido...


La "intrahistoria" de la serie de Lakers y Nuggets es mucho más simple. Lakers, tras confirmar las excelentes sensaciones que dio en el final de temporada regular, donde jugó por primera ver en toda la campaña como un equipo, se puso con una cómoda renta de 2-0 (sobreponiéndose además a la sanción de Artest/Metta World Peace).

Sin embargo, los partidos de Denver cambiaron completamente la dinámica de la serie. Si bien tras perder el tercero los Lakers se repusieron y ganaron el agónico cuarto, las vibraciones ya no eran las mismas. Y todo se confirmó en el quinto encuentro, disputado en el Staples. Parecía que algunos jugadores de Lakers estaban de "mini-vacaciones" con el 3-1, esperando a Oklahoma, y que sólo Bryant parecía conocer que el pase no se había sellado aún y había que ganar un partido más. Tras casi remontar él solo el encuentro a base de triples, los Nuggets se llevaron la serie a Denver y barrieron de la pista a unos Lakers que ni comparecieron en el Pepsi Center, a excepción de un enfermo Kobe Bryant que se fue a 31 puntos (y a quien le habían tenido que poner suero ese mismo día ante la deshidratación que sufrió a causa de su virus intestinal).

Así las cosas, y con un ambiente más que enrarecido en Los Ángeles (rumores ya sobre la continuidad de Brown y de ciertos miembros de la plantilla), se acercaba el momento de la verdad para los Lakers. El equipo, que estaba prácticamente hundido mentalmente, tenía la buena nueva del fin de la suspensión de Artest, quien lógicamente sería titular en el partido en el que muchos se jugaban la temporada y parte de su futuro. Especialmente después de que Kobe rajara por la actitud mostrada por Pau Gasol y Andrew Bynum en el sexto encuentro, donde la intensidad brilló por su ausencia en el juego de los dos "siete pies", a la vez que se mostraba contento por el regreso de MWP: "es alguien en quien siempre confío, siempre lo da todo en la pista".

Ya sea por la necesidad, por el regreso de Artest o por ambas cosas, los Lakers salieron desde el minuto 1 al Staples con una inusual intensidad a los dos lados de la pista. Gasol mejoró, por ejemplo, en apenas minuto y medio los números de su horrible sexto encuentro. Parecía otro equipo.

Si bien les costó despegarse de los Nuggets, a mitad del tercer cuarto el marcador reflejaba un claro +16 para los angelinos. Tras ello, volvieron los fantasmas de meses anteriores. Después de una pájara digna de una subida al Tourmalet o al Alpe D'Huez, Denver igualó el partido e incluso se puso por delante al poco de comenzar el último cuarto. Saltaban todas las alarmas: en menos de 10 minutos de juego se había echado por alto todo el trabajo realizado a lo largo de todos los minutos anteriores. Pero ahí fue cuando, de nuevo, los de púrpura y oro se despertaron y volvieron a jugar como lo estaban haciendo antes de esos minutos aciagos. Tras varias grandes defensas (destacar la de Kobe a Ty Lawson, que había estado masacrando a los angelinos durante todo el partido) y gracias a la gran cantidad de rebotes ofensivos que sumaron la pareja Pau-Bynum (cogieron 20 en el partido) encauzaron el partido y consiguieron llevarse una serie que por momentos se les escapaba.

También resultó fundamental la inesperada explosión anotadora de Steve Blake desde el banco (19 puntos, con 5/6 en triples) y la forma en la que Kobe hizo jugar a sus compañeros (8 asistencias).

Volvemos pues a lo mismo: el oficio, el saber hacer y la veteranía en determinados momentos es clave en la postemporada. Aparte de preguntar a los Grizzlies, cuya ausencia de referente en este aspecto fue  pagada con un precio muy alto, podemos echar un rápido vistazo a los Nuggets: su veterano más "influyente", Andre Miller, quien a sus 36 años sigue siendo vital para su equipo gracias a su inteligencia y saber estar en la pista, fue un verdadero termómetro de lo que ha sido la trayectoria de Denver en la serie. A saber: en las derrotas promedió 7.5 puntos por encuentro, mientras que en las tres victorias de su equipo se fue a los 16.3 puntos de promedio. Blanco y en botella, que se suele decir.


Así las cosas, y por muy raro que parezca, los dos equipos de LA están en segunda ronda de Play-Offs. Ambos bailarán con las dos "más feas" del Oeste y, si bien a priori no parece que puedan pasar de ahí, especialmente tras la impresión dada en determinados partidos de la primera ronda, no se podría afirmar que alguno de los dos no fuera capaz de dar la campanada. Veremos qué ocurre a partir de mañana.

sábado, 12 de mayo de 2012

El milenio ominoso de los Blazers (VI)

Pero el fantasma de las lesiones volvió, y esta vez con más fuerza que nunca. Hasta tal punto que nadie, absolutamente nadie, podía imaginar mínimamente lo que le sobrevino a los Blazers en esa funesta temporada 2009-10. Los rookies Mills (fractura en su pie derecho) y Pendergraph (operación en su cadera izquierda) causaban baja indefinidamente ya antes de comenzar el curso. Tras haberse disputado únicamente dos partidos de temporada regular Nicolas Batum también causaba baja por un desgarro en el cartílago de su hombro derecho, y un par de semanas después Travis Outlaw sufría una fractura por estrés en su pie izquierdo. Ambos tenían que pasar por el quirófano. Lo más curioso de esto es que ni el entrenador, Nate McMillan, se libró de las lesiones, ya que se rompió el tendón de Aquiles de su pie derecho el 4 de Diciembre. Peor suerte no se podía tener. O sí.

Un día después Rudy Fernández se lesionaba la espalda, siendo operado el día 8, y al día siguiente de Rudy (6 de Diciembre) Greg Oden se fracturaba la rótula izquierda y decía adiós a la temporada otra vez, pasando por el quirófano curiosamente un día antes de que lo hiciera su entrenador. Pero eso no era todo. El día 22 Joel Przybilla se destrozaba la rodilla derecha al romperse el tendón rotuliano y dislocarse la rótula, con lo que también decía adiós a la temporada (tendón que se volvería a romper menos de tres meses después).



El equipo médico de los Blazers no daba a basto ante tanto contratiempo, pues en poco menos de dos meses habían pasado por el quirófano hasta seis jugadores (los cinco citados más Patty Mills) y, lo que era el colmo, su entrenador. Hasta tal punto estaban siendo masacrados por las lesiones que la NBA les dio una “excepción” para poder tener en su roster a 16 jugadores, en lugar de los 15 habituales.

Para finalizar, el 15 de Enero Brandon Roy se hacía un esguince en el ligamento de la corva y causaba baja durante un mes.

En la fecha límite del mercado de traspasos, y ante la necesidad de contratar algún hombre alto de garantías que cubriera el puesto de “5” tras las lesiones de Oden y Przybilla, los Blazers se hacían con el veterano Marcus Camby procedente de los Clippers a cambio de Travis Outlaw y Steve Blake.


A pesar de todo, el equipo fue capaz de terminar la temporada 2009-10 con un más que meritorio récord de 50-32, ocupando la sexta plaza del Oeste y clasificándose de nuevo para Play-Offs. Pero otra vez la desgracia se cebaba con los de Portland: justo después de acabar la temporada regular, y a dos días de comenzar la primera ronda que ese año disputarían contra los Suns, Brandon Roy pasaba por el quirófano para realizarle una artroscopia a causa del desgarro de menisco que se había producido en su rodilla derecha.

Aun sin Roy, Oden ni Przybilla, los Blazers plantaron cara a los Suns de Nash, Stoudemire y Grant Hill cayendo, al igual que el año anterior, por 4-2. Sin embargo, la diferencia con el curso previo era más que notable: si en el verano de 2009 todo era optimismo por la buena marcha del equipo y la cantidad de jóvenes talentos que había en la plantilla, el verano de 2010 se presentaba poco menos que deprimente a causa de la verdadera “epidemia” de lesiones de gravedad que asoló a los de Oregon durante el curso. Como dato bastante ilustrativo de lo que fue el año, decir que únicamente Webster y Miller fueron capaces de disputar los 82 partidos de temporada regular.

El 24 de Junio de 2010, el mismo día en que se celebraría la ceremonia del Draft, Kevin Pritchard, quien había conformado gran parte de esa prometedora plantilla, era despedido como General Manager. No sería sustituido en el cargo hasta mediados de Julio por Rich Cho. Entre medias, un traspaso con los Warriors entre dos segundas rondas (Armon Johnson llegaba a Portland a cambio de Jerome Jordan y dinero), mientras que en la primera ronda era elegido Elliot Williams con el nº22. También fueron adquiridos los derechos de Luke Babitt junto a Ryan Gomes (quien sería cortado días después) procedentes de Minnesota a cambio de Martell Webster.

El primer movimiento que realizó Rich Cho como GM fue firmar al jugador de segundo año Wesley Matthews procedente de Utah, al rechazar los Jazz el igualar la oferta de Portland de 5 años y $34 millones. Bernie Bickerstaff y Buck Williams entre otros eran contratados como asistentes de McMillan, a la vez que Bill Branch y Steve Rosenberry eran firmados como asistentes de Cho.


Ya en Octubre las lesiones continuaron azotando a los de Oregon: Jeff Pendergraph volvía a caer, esta vez para toda la temporada, al romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Sería cortado tres semanas después. El rookie Elliot Williams correría una suerte parecida al dislocarse la rótula derecha el 4 de Noviembre y perderse también toda la 2010-11, sin haber llegado a debutar siquiera en partido oficial.

En cuanto a movimientos de la plantilla, el 23 de Octubre Jerryd Bayless se iba a los Hornets a cambio de una primera ronda protegida de 2011 (que terminaría siendo el nº19 Tobías Harris), y al poco de comenzar la temporada era fichado el neozelandés Sean Marks para completar la maltrecha rotación interior.

Oden, que todavía no había podido debutar en esa temporada por sus perennes problemas de rodilla, volvía a sufrir otra lesión en su rodilla izquierda: esta vez era una microfractura la que le mantendría alejado de las pistas, por enésima vez, durante toda la temporada. Era su cuarta temporada en Portland, y desde que fuera seleccionado con el nº1 en 2007 sólo había podido disputar 82 partidos de temporada regular y 6 de Play-Offs.

Prácticamente a la par que Oden, Brandon Roy volvía a tener problemas en sus rodillas, esta vez en la izquierda, y se perdía dos semanas de competición. Volvió tres semanas, pero sus molestias reaparecieron el 17 de Diciembre, siendo sometido a una artroscopia en cada una de sus rodillas un mes después. No volvería a jugar hasta el 23 de Febrero, pero ya no era el mismo: tras la operación no volvió a ser titular y sus números pasaron de 35.4 minutos, 16.6 puntos, 3.3 asistencias, 3 rebotes y 1.1 robos en 23 partidos como titular a 20.7 minutos, 8 puntos, 2.2 rebotes y 2.2 asistencias saliendo desde el banquillo.

Tres días después de ser operado Roy, Marcus Camby pasaba por el quirófano para reparar el desgarro sufrido en el menisco de su rodilla izquierda. Sería baja durante mes y medio.

El gran traspaso de la era Cho se produjo, como suele ser habitual en muchas ocasiones, justo antes del cierre del mercado en Febrero. A cambio de Dante Cunningham, Sean Marks, Joel Przybilla, dinero, la primera ronda que obtuvieron de Hornets en el traspaso de Bayless y otra primera ronda de 2013 trajeron a Gerald Wallace procedente de los Bobcats.


A pesar de otro año plagado de problemas consiguieron acabar de nuevo sextos del Oeste tras un balance de 48-34. Serían eliminados una vez más por 4-2, en esta ocasión ante los que luego se proclamaron campeones de la NBA: los Dallas Mavericks. Como curiosidad, remarcar las palabras de Roy tras el segundo partido de la serie, que ponía el 2-0 para Dallas en la eliminatoria:

"Hubo un momento en la primera parte que pensé para mí: más te vale no ponerte a llorar”. “Hubo un momento en que me di pena, sentí lástima de mí mismo... pero luego me dije que no podía sentir eso, que soy un adulto y que aún puedo ayudar"

Bastante ilustrativas de lo que luego acabaría sucediendo, a pesar de la exhibición (su última en la NBA) que dio tras el cuarto partido, donde anotó 24 puntos saliendo desde el banquillo para ayudar a la remontada de unos Blazers que llegaron a ir perdiendo por 23 puntos y arrancaron el último cuarto con una desventaja de 18.


Al mes de finalizar la temporada Rich Cho era despedido como General Manager tras varios desencuentros con Paul Allen, el propietario de la franquicia. Chad Buchanan sería su sustituto. En el Draft de 2011 serían elegidos Nolan Smith en primera ronda (nº21) y Jon Diebler en segunda (nº51). Esa misma noche Raymond Felton acabaría en Portland, junto con los derechos de Tanguy Ngombo, tras un traspaso a tres bandas en el que participaron también Nuggets y Mavericks. A cambio, salieron Andre Miller y una segunda ronda de 2013 rumbo a Denver y Rudy Fernández y los derechos de Petteri Koponen con destino a Dallas.

Tras el 30 de Junio se oficializaba el Lockout, y no fue hasta el 6 de Diciembre cuando volvió a haber movimientos en las oficinas de los Blazers. Tras renovaciones y algunas incorporaciones en el staff técnico, comenzaban a producirse novedades en la plantilla. Por desgracia, ninguna de éstas fue positiva para el equipo: las rodillas de Brandon Roy le obligaban a oficializar su retirada el 9 de Diciembre, mismo día en que LaMarcus Aldridge era operado nuevamente del corazón para corregir la recaída de su arritmia, derivada del Síndrome de Wolff-Parkinson-White que sufría desde hace más de cuatro años. En esa fecha también se oficializaba la renovación por un año del eterno lesionado Greg Oden, quien el mismo día de comenzar la Temporada Regular 2011-12 (25 de Diciembre) era operado de su rodilla izquierda, causando baja de forma indefinida.

El 3 de Febrero pasaba por el quirófano para retirarle detritus celulares de su rodilla derecha y, para concluir con su sinfín de lesiones, el 20 del mismo mes era operado de otra microfractura en su rodilla izquierda. Otro año más que pasaba sin que Oden disputara un solo minuto. Finalmente el 15 de Marzo, día en que se cerraba el mercado en esta atípica temporada de Lockout, era cortado para hacer hueco a los jugadores adquiridos durante la jornada por los de Portland. La historia de Oden con los Blazers llegaba, aparentemente, a su fin. En los pocos partidos que sus problemas físicos le permitieron disputar en la NBA, promedió unos nada desdeñables 9.1 puntos, 7.1 rebotes y 1.4 tapones en 21.7 minutos de media por partido.


Buchanan supo moverse por el mercado de agentes libres, y firmó, como hombres más destacados, al veterano Kurt Thomas y a uno de los mejores sextos hombres de la Liga: Jamal Crawford. El fichaje de este último coincidía con el despido, usando la nueva cláusula de “amnistía”, de Brandon Roy.

Aun sin Roy ni Oden se había conseguido formar una más que interesante rotación de ocho hombres, que comprendía a Raymond Felton, Wes Matthews, Gerald Wallace, LaMarcus Aldridge y Marcus Camby en el cinco titular y Jamal Crawford, Nicolas Batum y Kurt Thomas saliendo desde el banquillo. Con ella, los Blazers comenzaron la temporada ganando 7 de los primeros 9 partidos. Sin embargo, comenzaron a caer las primeras derrotas, gran parte de ellas por un margen de 4 puntos o menos, y el ambiente en el vestuario se empezó a enrarecer. Hasta tal punto que se llegó al inicio del mes de Marzo con más de la mitad de la plantilla involucrada en rumores de traspaso. El firmado una semana antes y viejo conocido de la franquicia Joel Przybilla llegó a afirmar algo así como “si lo sé no vengo”, en clara referencia al mal ambiente que había en el equipo (ya que había priorizado la oferta de Portland, para volver así al que fue su equipo durante muchos años, por encima de otras más atractivas aparentemente, como la del vigente campeón Dallas Mavericks).

Y así se llegó a la fecha clave: 15 de Marzo. Mientras los intercambios se iban sucediendo. Nate McMillan era despedido después de haber perdido 21 de los últimos 34 partidos. Se iba con un balance de 20-23 en esa temporada, y como el entrenador que más partidos había dirigido en Portland (desde 2006 hasta 2012) tras el histórico Jack Ramsay. El firmado como asistente en Diciembre Kaleb Canales era nombrado entrenador interino.


En cuanto a movimiento de jugadores, se puede decir que el equipo buscó ante todo el reducir costes salariales y obtener rondas de Draft para comenzar cuanto antes la enésima reconstrucción. Aunque mucho se especuló, sobre todo, con las salidas de Raymond Felton y Jamal Crawford, sólo terminaron marchándose de Portland Gerald Wallace y Marcus Camby:

  • Wallace se fue a los Nets a cambio de los “expiring” de Mehmet Okur y Shawne Williams y una primera ronda de 2012 (top3 protegida).

  • Camby se fue a los Rockets a cambio del otrora nº2 del Draft Hasheem Thabeet, Jonny Flynn y una segunda ronda de 2012.

Una semana después el recién cortado por los Kings JJ Hickson era firmado, a la vez que se despedía a Mehmet Okur, que ni siquiera llegó a debutar.

Ese mismo día Elliot Williams pasaba por el quirófano para ser operado de su hombro izquierdo, y el 12 de Abril era LaMarcus Aldridge el que hacía lo propio debido a una lesión de cadera. Ambos decían adiós a la temporada. Parecía que las visitas al quirófano iban a seguir siendo una tónica temporada tras temporada en el estado de Oregon.

El balance de la caótica temporada 2011-12, la segunda de Lockout en la historia de la Liga, ha sido de 28-38, quedándose los Blazers fuera de Play-Offs por primera vez desde 2008.

¿El futuro? Ciertamente se presenta como una incógnita, puesto que depende en gran medida de lo que puedan sacar en el Draft (especialmente tras los traspasos realizados en Marzo) y de que jugadores que en su día levantaron grandes expectativas, como Jonny Flynn y, sobre todo, el gigante Thabeet, rindan a un buen nivel. El resto, que sean capaces de pescar algo de calidad en el mercado de agentes libres y que el All Star LaMarcus Aldridge y otros jugadores importantes como pueden ser Wesley Matthews y Nico Batum sigan rindiendo a su nivel. Ah, que casi se me olvidaba: eso y también que a) los problemas extradeportivos, b) las lesiones (sobre todo este último punto) respeten al equipo.

Fin.

miércoles, 2 de mayo de 2012

El milenio ominoso de los Blazers (V)


20 de Junio de 2007. Larry Miller era nombrado presidente de operaciones baloncestísticas a una semana de la ceremonia del Draft de ese año. Como era de esperar, Greg Oden fue su elección como nº1 (por delante de Kevin Durant, elegido por los Sonics con el nº2). A dicha elección añadieron las segundas rondas Josh McRoberts (nº37) y los desconocidos Derrick Byars, Taurean Green y Demetris Nichols (nº42, 52 y 53 respectivamente).


Repitieron además la operación del año anterior con Phoenix, adquiriendo los derechos de otro español, esta vez Rudy Fernández, a cambio de $3 millones (trade al que luego se sumó James Jones con destino también a Portland). Pero el movimiento que más revuelo causó, aunque no por inesperado en cierto modo teniendo en cuenta el potente y renovado juego interior que acababan de conformar los de Oregon, fue el traspaso de Zach Randolph a Nueva York, junto a Fred Jones, Dan Dickau y los derechos de Demetris Nichols a cambio de Steve Francis, Channing Frye y una segunda ronda de 2008 que acabaría siendo el turco Omer Asik. Más jugadores jóvenes y de calidad para el equipo, ya que Frye venía de promediar 10.8 puntos y 5,6 rebotes en sus dos temporadas con los Knicks. El que no aguantó más que dos semanas en el “roster” fue Francis. La otrora estrella de la Liga era cortada dos semanas después del traspaso, al serle comprados los dos años que le restaban de contrato. Otro veterano que abandonaba el barco era el agente libre Jamaal Magloire, rumbo a los Nets, a la vez que el viejo conocido Steve Blake era firmado por 3 años y $12 millones procedente de los Nuggets.

Y así se llega al 14 de Julio, fecha en la que Greg Oden pasa por primera vez por el quirófano. Eso sí, sería la única vez en que no lo haría por algo grave: una tonsilectomía (“operación de anginas”, como se dice coloquialmente) le mantendría de baja 2-3 semanas. Sin embargo, casi 2 meses después, el 13 de Septiembre, comenzaba la pesadilla: Oden pasaba de nuevo por el quirófano para realizarle una artroscopia en su rodilla derecha a causa de una microfractura. El nº1 del Draft ya no debutaría en la NBA esa temporada, y el fantasma de Sam Bowie comenzaba a sobrevolar Portland más de 20 años después.


Una de las pruebas de que los Blazers habían encontrado por fin la plantilla que buscaban es que únicamente hubo un movimiento, y muy menor, durante la temporada: traspasaron al rookie Taurean Green a Denver a cambio de Von Wafer el 21 de Febrero. Y justo antes de acabar el curso volvieron a tener otro susto con los problemas cardíacos, ya que esta vez era Martell Webster el que causaba baja desde el 3 de Abril debido a una arritmia. Para finalizar, y después de ver que tras la segunda operación su rodilla no le permitía ser ni la sombra de lo que fue, Darius Miles era cortado el 14 del mismo mes. La pesadilla que había comenzado exactamente 17 meses antes llegaba a su fin. Tras salir de Portland tuvo algunos infructuosos intentos para reencauzar su carrera, con Boston, Memphis (único equipo donde llegó a jugar algunos partidos oficiales, en la 2008-09) y Charlotte, pero en ellos quedó claro que sus rodillas ya no eran las mismas, y que a esas alturas no podía ser ni siquiera un jugador 11 ó 12 dentro de una rotación.

La temporada 2007-08, deportivamente hablando, siguió confirmando las buenas sensaciones mostradas en los meses anteriores. Además, los Blazers habían sido capaces de colocar a un jugador de su equipo (Brandon Roy) en el All Star, algo que no ocurría desde el 2001 con Rasheed Wallace. En sólo su segundo año en la Liga, Roy, quien ganó el trofeo de Rookie del Año en la campaña anterior, era reconocido ya como uno de los mejores jugadores de la NBA.


Y aunque no llegaron a entrar en Play-Offs, el récord de 41-41 era el mejor en cuatro años, igualando al de la 2003-04. Pero, a diferencia de lo que ocurrió aquella vez, en esta ocasión seguían una clara línea ascendente, más aún si se tenía en cuenta que todavía les quedaba por incorporar a esa talentosa y joven plantilla al número 1 del Draft: Greg Oden.


Y otra vez nos vamos a la noche del Draft. El 26 de Junio de 2008 los Blazers se hicieron con una primera ronda (nº13, Brandon Rush) y con tres segundas rondas (nº33 Joey Dorsey, nº36 Omer Asik y nº55 Mike Taylor). Curiosamente, ninguna de esas tres elecciones debutaría con los de Oregon, ya que todas fueron traspasadas durante las horas siguientes en un compendio de movimientos que se podrían resumir de la siguiente manera:

  • Mike Taylor se fue rumbo a los Clippers a cambio de una segunda ronda de 2009 (acabaría siendo el nº33, Dante Cunningham).

  • Adquirieron los derechos de Darrell Arthur (Hornets) a cambio de dinero, para inmediatamente después enviarlos a Memphis en un traspaso a tres bandas que también terminaría con Joey Dorsey en Houston a cambio de los derechos de Nicolas Batum.

  • En otro traspaso a tres bandas, esta vez con Chicago y Denver, los derechos de Omer Asik fueron a parar a los Bulls a cambio de dos segundas rondas de los de Illinois (una de 2009 y otra de 2010) y una segunda ronda de 2009 de los Nuggets (nº55, Patty Mills).

El 1 de Julio Rudy Fernández, cuyos derechos habían sido adquiridos un año antes, firmaba por cuatro temporadas (las dos primeras garantizadas, mientras que las dos últimas eran opción del equipo), y el día 9 se hacía otro trade, ahora con Indiana, mediante el cual Ike Diogu y los derechos de Jerryd Bayless acababan en Portland a cambio de Jarrett Jack, Josh McRoberts, dinero y los derechos de Brandon Rush.

El mes de Agosto supuso el inicio de una especie de “desfile por el quirófano” por parte de varios miembros de la plantilla. Comenzó el día 14 de ese mes con Brandon Roy, quien era operado debido a un desgarro en el menisco de su rodilla izquierda que le mantendría de baja entre 1 y 2 meses. Ya en Septiembre, el día 8, Channing Frye se sometía a una artroscopia en el tobillo izquierdo para retirarle unos fragmentos de hueso (entre 8 y 10 semanas de baja), el día 12 Raef LaFrentz se sometía a otra artroscopia, esta vez en el hombro derecho, y el 9 de Octubre Martell Webster era operado para corregirle una fractura por estrés en su pie izquierdo. Oden, por su parte, sufría un esguince de tobillo que le mantendría fuera de las pistas durante las dos primeras semanas de competición, aunque la lesión más importante de ese año se la produciría en Febrero, cuando una astilla ósea en su rodilla izquierda le mantendría un mes de baja.

A pesar de las lesiones, los Blazers, liderados por el dúo Aldridge-Roy (elegido por segundo año consecutivo para el All Star) consiguieron entrar en Play-Offs por primera vez desde 2003, con una marca de 54-28 (la mejor desde la recordada campaña 1999-2000). Dicho récord les permitió, con el 4º puesto, tener ventaja de campo en la primera ronda. Sin embargo, a pesar de ser los favoritos cayeron eliminados por 4-2 a manos de los Rockets de Yao Ming, Ron Artest, Luis Scola y un ya lastrado por las lesiones Tracy McGrady.


Aun con esa decepcionante derrota, los de Portland estaban convencidos de que la eliminación les ayudaría de cara al futuro, ya que en cierto modo la plantilla había pagado su inexperiencia en la que fue la primera aparición en Play-Offs para la mayoría de sus jugadores: sólo Blake y el adquirido a mitad de temporada Michael Ruffin habían jugado algunos minutos importantes en postemporada, pues Przybilla, que estando en los Bucks llegó a disputar cinco partidos en dos temporadas diferentes con los Bucks, apenas promedió 7 minutos por choque.

El 25 de Junio, a la postre noche del Draft de 2009, fueron empleadas la mayoría de las segundas rondas adquiridas un año antes: los citados Cunningham y Mills, además de Jon Brockman, quien fue inmediatamente traspasado a Sacramento junto a Sergio Rodríguez y dinero a cambio de los derechos de Jeff Pendergraph. Además, se eligió en primera ronda a Víctor Claver (nº22).

En el capítulo de renovaciones el equipo rechazaba ejercer su derecho de tanteo sobre Channing Frye, quien acabaría recalando en los Suns, mientras que Brandon Roy era renovado por 5 años y $80 millones. Un par de meses después se hacía lo propio con LaMarcus Aldridge, también por 5 temporadas.

A sabiendas de que uno de los problemas de la anterior campaña fue la falta de experiencia, ese verano firmaron al veterano agente libre Andre Miller procedente de los Sixers por 3 años y $21 millones. Se cubría además uno de los puestos que más flaqueaba en la plantilla, por lo que ahora sí que parecía no faltarle nada a ese equipo para estar en la pelea por el título del Oeste.

Continuará.