domingo, 29 de enero de 2012

El Triángulo Defensivo (I)

Por llamar de alguna forma al sistema que ha instaurado Mike Brown desde que es entrenador de los Lakers. Porque si una cosa ha quedado clara en estos 19 partidos que llevan de esta "segunda temporada del asterisco" es que los Lakers son un equipo completamente desarbolado y con unas carencias tremendas, especialmente en ataque.

Sí, ya se dijo que no se iba a seguir con el sistema de Jackson del triángulo ofensivo, pero bien se podría haber diseñado algo más allá del Kobesistema que, como muchos nos temíamos, iba a ser la nueva táctica a seguir desde el banquillo del vecino rico de LA. Especialmente una vez confirmados los geniales movimientos que el hijo del jefe, Jim Buss, realizó para el equipo.

Echemos la vista atrás y enumeremos todo lo que se ha hecho en la franquicia de púrpura y oro desde la salida de Jackson para llegar a esta situación:

- Fichaje de Mike Brown como entrenador jefe, cargándose (como después se confirmó) la continuidad del sistema de Jackson, que en teoría iba a encarnar, como algunos en su momento dijeron, Brian Shaw, hasta entonces asistente (y no olvidemos que también antiguo compañero de Fisher y Bryant en el threepeat).

- Traspaso frustrado de dos (Pau y Odom) de sus cuatro jugadores más importantes (junto a Kobe y Bynum) para traerse a Chris Paul, con el objetivo de tapar ese boquete que tenían (y siguen teniendo) en el puesto de base. Al final, lo único que se consiguió con eso fue enrarecer aún más un vestuario que parecía no haber hecho aún "borrón y cuenta nueva" de lo sucedido hace 6 meses ante Dallas, a la sazón campeones del curso. Como prueba, lo siguiente.

- Traspaso de Odom (que tras enterarse de lo que querían hacer con él dijo, como era de esperar en un tipo como él, que lo traspasaran) a Dallas a cambio de una flamante Trade Exception, la que obtuvieron los Mavs procedentes de los Knicks por el Sign&Trade de Tyson Chandler. Como ejemplo más claro de lo absurdo de ese movimiento, Twitter, que se convirtió poco más o menos que en una competición para ver quién hacía la frase más ingeniosa sobre el traspaso de Odom. La última vez que miré, se llevó la palma un "Odom got traded for a Slowpoke". Razón no le faltaba, y máxime viendo lo que los Lakers han hecho desde entonces dentro y fuera de la pista.

Tras estos movimientos estrella, se fichó a Kapono, Murphy y McRoberts. Si bien el primero es alguien perfectamente utilizable en ciertos momentos gracias a su muñeca, los otros dos no tanto. Uno (Murphy), porque ya no es aquel jugador que promediaba con relativa facilidad 12-10 cuando gozaba de minutos en Warriors y Pacers; y el otro porque se le ve a leguas que le falta calidad, y ya no hablemos si encima es para ser el tercer pívot de un equipo a priori aspirante al título.

¿Y qué pasaba con la TE del traspaso de Odom? Nada, ahí seguía, seguramente esperando a poder utilizarla en ese sueño húmedo que protagoniza Dwight Howard.

Así pues, los Lakers se plantaban en una nueva temporada un año más viejos y sin su tercer mejor jugador (bastaba ver los promedios en puntos, rebotes y asistencias) y para colmo mejor Sexto Hombre del curso anterior, ya que Jackson lo sacaba desde el banco ante la alarmante escasez anotadora de la segunda unidad (a pesar de los fichajes para la 2010-11 de buenos secundarios como Barnes o Blake).

Con todo esto iniciaba otra nueva era post-Jackson. Con un equipo, en mi opinión, peor que el que acabaron confeccionando los angelinos para el curso 2004-05 una vez que Jackson abandonó tras el fiasco de las Finales de 2004 y tras él O'Neal. Al menos en lo que a profundidad de plantilla y opciones ofensivas se refiere (si bien en esta ocasión sólo han tenido dos bajas, Odom y Shannon Brown, y aquella vez prácticamente todo el equipo era nuevo). Y por qué no decirlo, también con un peor técnico (recordemos que el elegido en aquel año fue Tomjanovich, que aunque algo venido a menos en los últimos años había realizado un gran trabajo en Houston, con dos anillos incluídos).

Como simple información, aquí dejo un par de datos que pueden resultar de interés:

- Los Lakers de la 2004-05 acabaron con un pésimo balance de 34-48, con un Tomjanovich que sólo aguantó media temporada (43 partidos, 24-19) siendo sustituido por Frank Hamblen, antiguo asistente de Jackson, que terminó la campaña con un 10-29 en 39 partidos.

- Al inicio de esa misma temporada, los Lakers tenían también un agujero en el puesto de base, con un Chucky Atkins que tampoco era lo que se dice un director de juego como titular (3.49 asistencias por partido de promedio por partido en sus 5 años de profesional) y Tierre Brown como suplente, un casi desconocido que coincidió con Tomjanovich unos años antes en Houston (de nuevo como un simple dato, mencionar que en esa temporada jugó 76 de los 133 partidos que disputó en la NBA).